El café en las montañas
El hombre estaba sentado en la cafetería, rodeado de montañas. Era el único cliente y la única persona en la tienda.
El único otro ser vivo era un gato, que se sentaba en el mostrador y miraba al hombre con desdén. El hombre estaba acostumbrado a estar solo, y no le importaba. Se contentaba con estar sentado en la tienda, bebiendo su café y leyendo su libro.
Pero hoy, el hombre se sentía solo. Miró alrededor de la tienda vacía y suspiró. Echaba de menos los días en que la tienda estaba llena de gente, riendo y hablando. Echaba de menos los días en los que tenía alguien con quien hablar.
Pero esos días habían desaparecido. El hombre era el único que quedaba en el mundo, y lo sabía.
El hombre terminó su café y salió de la tienda. Regresó a su nave solitaria, donde volvería a estar solo.